Es la almendra mediterránea por excelencia, bañada con una pizca de aceite y sal. Por sus innegables propiedades de sabor, textura y calidad, se erige como referente entre el resto de almendras que se cultivan en España. Por sus cualidades nutricionales y por su elevado contenido en grasa, esta variedad es muy apreciada por las industrias turroneras, chocolateras, de repostería y confitería, para la elaboración de turrones, chocolates, dulces de navidad, etc. Por otra parte, la almendra marcona repelada frita y la almendra marcona natural tostada constituyen un excelente aperitivo en numerosas zonas de nuestra geografía.